Odio cuando contesto el teléfono y es mi abuela otra vez, sin embargo cuando sea su caída estaré en este segundo en la misma posición esperando si llama, pero no llamara. Alo mejor algún sueño aparecerá.
Odio cuando mi mamá no me da bola por mis planes. Y me largo a llorar desesperada.
Odio mi postura de una niña de 14 años que no hace nada por su futuro, me canse, eso de mí, ya no!.
Odio la enfermedad de amar. De dolores de hueso, el frío que me intimida todos los días. Y un chico que quiere que vaya a su casa a la 1 de la madrugada.
Odio cuando me dicen algo y no veo señales en las calles de la realidad que es obsoleta para mis oídos y me aroma de piel.
Odio cuando no creo que me voy a mejorar de lo que he tenido que llevar de por vida, pero con todo el odio que tengo voy a luchar, por que me encanta crear y deshacer mi basura intelectual que esta en mi hemisferio derecho sobre los ojos de los mortales.
Por ese lado te puedo decir lo que creo de este mundo frágil y mediocre que es.
No me refiero a ti. Ni a ti. Ni a mí. Me refiero al que pasa a odiar la basura que pesa y debe luchar todos los días. Las infecciones, los niños que mueren en Haití. Las guerras consecutivas por monedas o por religiones obsoleta.
La lucha de la ética y la idealización por un mundo mejor.
Una basura. La realidad es esta. Es de nunca a cavar. Todo seguirá igual. Y cuando cambie, cuando todos mueran y los manuscritos se pierdan de una vez. O que Dios llega ya. Alivia al mundo. Que el mundo esta perdido. Y el sol no estas capturando con la intensidad de su calor.
No quiero odiar la vida de lo demás, menos la mía. Ni la de los animales. Y las enfermedades, lo único que quiero un poder intelectual,ese poder intelectual de sabiduría, ese calmara todos los días de mi vida.