4 de julio de 2007

Enamorados Del Dolor.

El doctor Israel Drapkin,en plenos años sesentas, definía en una entrevista el trastorno llamado Hebefrenía de esta manera;individuos que viven un feroz drama interior;pero es un conflicto ficticio,una manera de soñar despiertos con cosas y hechos que no tiene sentido. Es clásico que al preguntarles, después de haber causado daño a alguien, ¿Por qué lo hice?.Sucede que desear dolor es una de las máximas manipulaciones sel ser humano.Ya en la niñez,un par de mounstros se aparecen para espantar ese pequeño delirio que fue nacer, nadie está a salvo de los gritos, fingimos que nos estamos muriendo para que no amen.
El dolor humano es una pistola fría que sólo somos capaces de mostrar cuando han disparado quejas, queríamos ser perfectos, ser como altazores,nacer a los 33 años y resucitar sólo para ver como sufren los que nunca nos ENTENDIERON!!.
Todas esas cartas suicidas que se escriben a los 15 años van dirigidas al corazón de la nada, estamos al borde de un precipicio que vive en todos los ojos.Pero estos sueños,como dice Drapkin, nunca han tenido más sentido que el de despertar sentimientos miserables, quizás los más bellos de los sentimientos.¿Para qué necesitamos el dolor? Simple, para seguir vivos, para mostrarle a otros que somos importantes, nadie demasiado feliz es interesante, nadie que no haya pasado por calvarios sabe la verdad de las madrugadas, nadie quería escuchar la guitarra eléctrica de Bob Dylan, por que la acústica de sus martirios se perdería en la sonajera. Queremos dolor, miedo y dolor, los programas de TV con más sufrimiento son los más vistos, aunque todo es una mentira, seguiremos inventando ese único camino que nos llevará a la gloria, sociedades Hebefrenicas que necesitan crucifijos para creer. El dolor es un negocio espiritual, todo es válido en la locura de nunca estar SOLOS!. Mientras los que verdaderamente sufren, siguen esperando que los miremos una sola vez antes de morir.