29 de junio de 2014

Compartir

No es fácil despertar y preparar el desayuno siempre para una persona, el silencio esta en las paredes pero el sonido de las canciones mantiene vivo al hogar.

No es fácil pasar semanas mirando el ordenador y solo comunicaciones cibernéticas con tus amigos, es como si no viviéramos en el misma ciudad. La soledad es un portal de altos y bajas sensaciones, pero una enseñanza para aprender, lo más difícil aceptarse a uno mismo.

Compartir con mi mismo sexo es una gran tarea, una tarea para no morir en el intento, ni ahogarse por otros porque ellos aún no lo han hecho  y no han compartido con  las paredes de mi casa.