Los sueños son profundos. Hoy fui a la sede de unos amigos que le cantan a Dios, un momento de fe, amor y compresión. Sólo Amor a dios y nada más. Fin de la semana, pero elevada. Susto por la que viene. Como todas las semanas me dejan algo. Tengo a Dios y a nadie más. El amor incondicional y la fuerza que me da para tomar mis cosas con sabiduría.
Es mejor estar un día en casa, qué 100 mil años a fuera.