Ese silencio que se siente después de una despedida: No te vaya quédate! Uno por palabras tan simple como logra el cambio de ánimo… Son tan fuertes los lazos humanos…. Cuando la gente se va el espacio es grande y vacío....
Esas meditaciones que uno se hace y se la hace con lo demás.
La despedida de noche son un abandono tan grande. Me siento como un vagabundo que solo ellos entienden la noche. A veces la entiendo, a veces no, porque le falta el respeto.
Creo que las ciudades con su brillo de luces tienen la magia de lo bello que es vivir en ella.
Hoy me quedaré en la despedida y pido por favor que la noche me hable que la despedida no fuera tan meditativa, pero creo que la última enseñanza que te puede dejar un día es la última palabra que escuchaste, y diste media vuelta y seguiste caminando con ella. La noche.
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