La despedida de ir o venir.
Muchas veces la despedida nos hace sentir felicidad,
Ya por un cuento que fue justo y preciso, y sabes que se va repetir una y otra vez. Sin embargo hay otras que no son resistibles.
Hay vacíos de ecos y ojos con destino al llanto.
¿Es necesario? Que cada cuadro, escena y clímax.
Sea así?
A mi ya no me gusta la despedida son tan inciertas.
Pero hay una que la escucho todos los días:
La de mi madre.
Ordena tú ropa y deja bien cerrada la casa.
Ese es su estilo de decir adiós, ante que ella no este.
Da una despedida de mandato o de orden.
Pero todo lo que dice es por un propósito; una aventura: un gesto noble.
O alo mejor no es tan así.
Pero así son la despedidas todos los días .Se le agrega algo más o se le quita.
Su despedida tiene su pizca de sal y abecés de dulzura.
Ir o venir.
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