Solo veo lo que me parece raro o fantástico. Creo yo.
Que el destino es mirar, y observar lo más raro que pisa la tierra.
Debo mirar por aquel callejón que vi,
Como te iva vestido de negro y azul, intentando de parar aquella micro que te deja cerca de tú casa.
Me gusta mirar las sombras anónimas.
Son tan incierta, pero fantástica, utópica y abecés irreal.
Te puedo contar una idea. Un cuento de la sombra que pasó junto a mí, por un callejón no tan cerca, y tampoco tan lejos de mi hogar.
Suelo pasar por ahí: bailando, soñando, gritando, reiendo, llorando o solamente paso por ahí.
La sombra de un vagabundo siempre es la primera que se puede ir a la mente, cuando andes por los callejones.
Así son las sombras. Las ves rara pero te agrada.
Solo son sombras.
Y la tulla solo la miro cuando estas de espalda.
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